El principal tratamiento para la obesidad es una dieta limitada en energía y el incremento en el ejercicio físico. En los estudios, la dieta y los programas de ejercicio han producido de forma consistente una pérdida de peso promedio de aproximadamente un 8% de la masa total corporal. Aunque no todos los dietistas están de acuerdo con esta afirmación, los estudios muestran que una pérdida de un 5% de masa corporal puede proporcionar enormes beneficios para la salud.
Un problema terapeútico más complicado parece ser el mantenimiento de la pérdida de peso. Se vio en un estudio que de las personas que hacían dieta para perder un 10% o más de su masa corporal, entre un 80 y un 95% de ellas volvían a ganar ese peso en un lapso de dos a cinco años. Parece que los mecanismos homeostáticos que regulan el peso corporal son muy robustos y defienden vigorosamente contra la pérdida de peso. Se están dedicando muchas investigaciones importantes a determinar qué factores pueden mejorar las tasas de mantenimiento de peso.
Investigaciones científicas recientes han sembrado la duda sobre si la dieta realmente mejora la salud, y algunos estudios indican que seguir dieta puede ser más perjudicial que permanecer con sobrepeso.
En la guía práctica clínica del Colegio de Médicos Americano, se dan las siguientes recomendaciones:
Una gran parte de la investigación se enfoca en descubrir nuevos medicamentos para combatir la obesidad, debido a que es el mayor problema de salud que encaran los países desarrollados. Los nutricionistas y muchos doctores piensan que los fondos dedicados a estas investigaciones deberían dedicarse a aconsejar sobre una buena nutrición, comer de forma saludable y promover un estilo de vida más activo.
La medicación que se prescribe con más frecuencia para la obesidad resistente a la dieta y el ejercicio es el orlistat (Xenical, que reduce la absorción de grasa en el intestino inhibiendo la lipasa pancreática) y la sibutramina (Reductil o Meridia, un anorexígeno). En presencia de diabetes mellitus, hay evidencias de que el medicamento antidiabético metformina (Glucophage) puede servir para la pérdida de peso más que los derivados sulfonilurea y la insulina, que a menudo provocan un aumento de peso. Las tiazoldinedionas (rosiglitazona o pioglitazona) pueden causar una ligera ganancia de peso, pero disminuyen la acumulación patológica de grasa abdominal, siendo por tanto usadas a menudo para tratar la obesidad en diabéticos.
La cirugía bariátrica se está usando cada vez más para combatir la obesidad. La cirugía más común para perder peso en Europa y Australia es la banda gástrica ajustable, donde un anillo de silicona se sitúa alrededor de la parte alta del estómago para ayudar a restringir la cantidad de comida ingerida. Este tipo de cirugía ha sido aprobada por la FDA en los Estados Unidos desde 2001, aunque se usa en otras partes del mundo desde principios de los 90. La banda gástrica se considera la cirugía más segura y menos invasiva de las que se conocen, como el bypass gástrico Roux-en-Y, la desviación biliopancreática y el grapado de estómago (también conocido como "gastroplastia bandeada vertical"). Al contrario que estas técnicas más invasivas, la banda gástrica no corta ni enruta ninguna parte del tracto digestivo, y además es completamente reversible ya que sólo hay que retirar el implante para devolver al estómago a su situación pre-quirúrgica. Todas estas cirugías pueden hacerse mediante laparoscopia. Las técnicas más invasivas generalmente retiran o enrutan alguna porción del intestino de los pacientes, lo que causa mala absorción y derrames.
Todos los tipos de cirugía contra la obesidad causan riesgo a los pacientes. En un reciente estudio del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, se observó un 40% de complicaciones en los 180 días posteriores a la cirugía bariátrica. Además, estas cirugías no garantizan plenamente una pérdida de peso o la reducción de la morbidez y la mortalidad. Los pacientes deben también efectuar cambios para toda la vida en su dieta si quieren mantener el peso a largo plazo. Por consiguiente, como con cualquier cirugía mayor, los pacientes necesitan evaluar cuidadosamente las consecuencias a largo plazo de su elección.
Editor: GFDL, v.o., CC BY-SA 3.0 Muydelgada.com, 2015.
La obesidad: Historia, Cultura popular, Efectos sobre la salud, Formas de medirla, Causas, Tratamiento, Problema de salud pública.