Una dieta depurativa (o "detox", de desintoxicación) es un régimen alimenticio que implica un cambio en los hábitos de consumo con el objetivo de "desintoxicar" el cuerpo, mediante la eliminación de toxinas u otros contaminantes. Los defensores de estas dietas afirman que mejoran la salud, la energía, la resistencia a las enfermedades, el estado mental, la digestión, y ayudan en la pérdida de peso. Sin embargo, muchos científicos, dietistas y doctores consideran las dietas de desintoxicación como menos eficaces que beber un vaso de agua, y aunque son generalmente inocuas pueden suponer un desperdicio de dinero.
Las dietas depurativas sugieren que las frutas y las verduras deben suponer la mayor proporción en el consumo de comida. A menudo abogan por limitarse a comer alimentos no procesados. La limitación o eliminación del alcohol es también un factor principal, y se recomienda beber más agua.
Algunos métodos de dieta desintoxicante son:
Los defensores de las dietas depurativas enfatizan que se trata de un estilo de vida, más que una dieta.
El profesor Alan Boobis, toxicólogo de la División de Medicina del Colegio Imperial de Londres dice que "los propios sistemas de desintoxicación del cuerpo son notablemente sofisticados y versátiles. Tienen que serlo, ya que el ambiente natural en el cual evolucionamos es hostil. Hay personas que se arriesgan a interrumpir estos sistemas con dietas de 'desintoxicación' no probadas, que podrían hacer más daño que bien."
También se critica que las dietas detox, en general, no son sanas debido a la posibilidad de una mayor cantidad de productos químicos tóxicos naturales en las frutas y verduras que en los productos animales. Estos críticos argumentan que el hígado se ha desarrollado para hacer su trabajo sin ayuda de tales dietas. Sin embargo, este argumento no tiene en cuenta que la mayor parte de dietas de desintoxicación hacen referencia a alimentos difíciles de metabolizar, cuyo consumo es mayor cada vez. Por tanto, no considera la mayor cantidad de subproductos metabólicos tóxicos que el hígado y otros sistemas del cuerpo deben tratar en la actualidad.
El contenido de mercurio potencialmente alto en algunos pescados es otro argumento para hablar en contra del aumento en el consumo de pescado. Por tanto, es importante elegir pescado que tenga niveles de mercurio bajos.
Los cambios repentinos en la dieta se han relacionado con desmayos y otros trastornos médicos. Es, por lo tanto, de suma importancia introducir gradualmente los cambios alimenticios, sobre todo si son extremos en comparación con la dieta actual. El ayuno nunca debería emprenderse sin entender sus procedimientos, y los cambios a largo plazo en la dieta siempre deben incluir un equilibrio de los nutrientes necesarios para el sustento del cuerpo humano (carbohidratos, proteínas, grasas no saturadas, vitaminas, minerales y agua). Lo mismo es aconsejable para cualquier dieta, sea depurativa o no, a fin de mantener una salud óptima.
Las dietas de desintoxicación muy restrictivas, como el ayuno de agua o la dieta de la limonada, no son la forma más segura de perder peso. Si estas dietas se hacen incorrectamente o por demasiado tiempo, pueden provocar carencias nutritivas. De particular interés es la carencia de proteínas, que puede causar el desgaste del tejido muscular, debido a que hay aminoácidos insuficientes para la reparación. Con un tejido muscular menos delgado, las necesidades metabólicas del cuerpo disminuyen, lo que obstaculiza los esfuerzos por perder peso a menos que se disminuyan las calorías más adelante en la dieta.
Aunque muchas personas dicen sentirse mejor de salud siguiendo un estilo de vida "depurativo", es posible que provengan de dietas poco sanas, ricas en azúcar y comida procesada que puede carecer de nutrientes. Cualquier mejora sólo demostraría la eficacia de una dieta de desintoxicación sobre una dieta media, y no que sea la dieta ideal ni que carezca de riesgos para la salud. Es necesario investigar si estas dietas proporcionan el valor nutritivo suficiente para un funcionamiento físico óptimo.
Algunos cambios recomendados en estas dietas están en consonancia con los consejos médicos, como el mayor consumo de frutas y verduras. Sin embargo, esto no significa que el resto de consejos sea recomendable.