Adelgazar

Para saber con seguridad si una persona padece anorexia nerviosa debe diagnosticarlo un médico basándose en una serie de criterios. Como es un trastorno de tipo mental, la familia u otras personas del entorno pueden detectar ciertos síntomas con antelación para buscar ayuda médica. El síntoma más evidente es una pérdida extrema de peso corporal, en concreto un 85% por debajo del normal. Es decir, no se trata de una simple delgadez (ni siquiera una apariencia muy delgada). Hay personas muy delgadas que pueden no tener ningún trastorno alimenticio.

Otro síntoma a tener en cuenta es la obsesión por no aumentar de peso. No obstante, la mayoría de los adolescentes (especialmente las chicas) se preocupan mucho por cuidar su apariencia, así que no se debe confundir el deseo legítimo y saludable de mantener un aspecto delgado con un trastorno. La persona anoréxica niega su extremada delgadez y afirma que está gorda a pesar de las evidencias visuales y las medidas de su peso. En chicas que ya hayan tenido el primer periodo menstrual, se producirán varias ausencias consecutivas de dicho ciclo. En chicos, puede manifestarse una disminución en el interés sexual.

Otros signos pueden ser comer compulsivamente en ocasiones, provocarse el vómito, obsesionarse con el ejercicio o las dietas, tomar laxantes o diuréticos sin prescripción médica y consumir medicamentos para adelgazar.

Para diagnosticar anorexia nerviosa es necesario que se cumplan la mayoría de los criterios aquí expuestos, y debe ser el médico quien determine si hay un trastorno o no. Así pues, el hecho de que una adolescente se preocupe por su figura, tenga interés en seguir una dieta equilibrada o no quiera tomar ciertos alimentos, no debe confundirse con anorexia.

Hay que señalar también que otros trastornos alimenticios diferentes a la anorexia no son tan detectables a simple vista (como la bulimia o el síndrome de alimentación compulsiva). La labor de los padres o familiares debe ser, pues, inculcar a los adolescentes que la forma de conseguir un aspecto saludable y atractivo es mediante hábitos alimenticios correctos, mantener una dieta equilibrada, abandonar la comida basura, evitar la vida sedentaria y practicar ejercicio físico adecuado y bien planificado. Si se detectan problemas de peso (ya sea por exceso o por defecto) o relacionados con la alimentación, se debe acudir al médico.