El gratinado de calabacines y tomates es una receta vegetariana deliciosa que aporta gran cantidad de vitamina C y de otros nutrientes. Es un plato energético y con grasas, ya que contiene queso y mantequilla, así que procura no excederte en las raciones si quieres mantener la línea.
Ingredientes (para 4 personas)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 3/4 kilo de calabacines
- 1 cebolla mediana, picada
- 1/2 kilo de tomates frescos y maduros
- 1 diente de ajo, picado
- 30 g de pan rallado o 75 gramos de queso rayado.
- Sal y pimienta negra
Elaboración
- Derretir la mantequilla con una cucharada de aceite en una cazuela grande a fuego medio, añadir los calabacines (cortados en rebanadas no muy finas), tapar y sofreír hasta que estén tiernos al pincharlos con una aguja.
- Mientras tanto, calentar el aceite en una cazuela resistente al horno y untada con un poco de mantequilla, a fuego moderado. Añadir la cebolla, tapar y sofreír durante 5 minutos. Agregar el ajo y sofreír durante 1 minuto más.
- Reducir el fuego de las cebollas, añadir los tomates, tapar y cocer hasta que toda el agua se haya evaporado, aproximadamente 15 minutos. Sazonar bien con sal y pimienta negra y tendremos lista la salsa de tomate.
- Añadir removiendo los calabacines a la salsa de tomate y verter todo en una fuente de horno poco profunda y ligeramente engrasada. Cubrir la superficie, espolvoreando el pan rallado (también se puede añadir queso rayado o sustituir al pan rallado por queso), y salpicar la mantequilla restante.
- El horno debe estar a 200º. Hornear, destapando, hasta
que la superfice esté dorada (en unos 25-30 minutos). Servir a continuación.
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