Deshidratación

De Adelgazar


La deshidratación se produce cuando ingerimos menos agua de la que perdemos, de tal forma que el cuerpo no tiene el volumen suficiente de agua para su funcionamiento normal.

Contenido

Causas

  • Externas:
    • Actividad física prolongada sin consumir agua, especialmente en un ambiente cálido y/o húmedo.
    • Exposición prolongada al aire seco, por ejemplo el de los aviones (5-15% de humedad relativa).
    • Pérdida de sangre o hipotensión debida a trauma físico
    • Diarrea
    • Hipertermia
    • Vómitos
    • Quemaduras
    • Lagrimación
  • Enfermedades infecciosas: cólera, gastroenteritis, shigelosis, fiebre amarilla.
  • Malnutrición:
    • Desequilibrio electrolítico: hipernatremia (también causada por deshidratación) o hiponatremia (especialmente a causa de dietas donde se restringe la sal).
    • Consumo de alcohol, cafeína u otras sustancias diuréticas.
    • Ayuno
  • Otras causas: hiperglucemia severa, especialmente en la diabetes.

Síntomas

Los síntomas de la deshidratación pueden incluir dolores de cabeza similares a los experimentados durante una resaca, sed, malestar, piel seca, pérdida del apetito, cansancio, boca seca, un episodio repentino de nieve visual, bajada de la presión sanguínea, menor volumen de orina (y de color más oscuro), y mareo o debilidad al levantarse. Algunos de estos síntomas empiezan a sentirse después de haber perdido sólo el 2% del volumen de agua normal. Otros síntomas van apareciendo conforme la deshidratación es mayor, como la no emisión de orina, letargo, somnolencia extrema, desmayo y ojos hundidos. Si es severa, el corazón y la respiración aumentan de ritmo para compensar el menor volumen de plasma, mientras que la temperatura del cuerpo puede elevarse debido a la ausencia de sudoración. Con una pérdida del 5% al 6% del agua necesaria, empieza a aparecer aturdimiento, dolores de cabeza, náuseas, espasticidad muscular, piel arrugada, micción dolorosa o nula, visión atenuada y delirio. Si la pérdida es mayor del 15%, la consecuencia suele ser la muerte.

Tratamiento

El mejor tratamiento para la deshidratación leve es beber agua y frenar la pérdida de líquidos. El agua es preferible a las bebidas isotónicas y otros líquidos de rehidratación que se venden comercialmente, puesto que el balance de electrolitos que proporcionan puede no aproximarse a nuestras necesidades. Para frenar la pérdida de líquidos causada por el vómito o la diarrea es conveniente evitar la ingesta de alimentos sólidos y beber sólo líquidos. En casos más severos es necesaria una terapia de rehidratación oral o intravenosa.

Cuando se está deshidratado, debe evitarse sudar de forma innecesaria. Si sólo hay alimentos secos disponibles, es mejor no comer, puesto que en la digestión se utiliza agua. En casos de carencia severa de agua dulce (por ejemplo en el mar o en un desierto), beber agua marina, agua o alcohol no ayudará a evitar la deshidratación sino que la aumentará.

Evitar la deshidratación

La mejor forma de evitar la deshidratación es beber el agua que necesitemos y adaptar su consumo a nuestra actividad y ambiente. Cuanta mayor agua perdamos por transpiración, más agua necesitaremos para sustituirla. Ya que el cuerpo no puede tolerar carencias o excesos grandes de agua, su consumo debe ser aproximadamente igual a la pérdida. Por eso cuando hacemos ejercicio físico o estamos en un ambiente de alta temperatura, se debe beber más agua para compensar la que se pierde al sudar. Beber ligeramente más agua potable de la que necesita el cuerpo no implica ningún riesgo, ya que los riñones eliminarán eficazmente ese exceso por la orina con un margen alto de seguridad. Sin embargo, un consumo de agua muy por encima de lo necesario puede provocar una intoxicación por agua.

El cuerpo de una persona, durante un día medio en un clima templado, pierde aproximadamente 2.5 litros de agua, a través los pulmones como vapor de agua, por la piel como sudor, o por los riñones como orina. También se pierde poco de agua (una cantidad menos significativa, en ausencia de diarrea) por los intestinos. Con temperaturas o humedad altas y durante esfuerzos, la pérdida de agua puede aumentar un orden de magnitud o más debido a la transpiración.

Una regla básica útil para evitar la deshidratación en ambientes cálidos o húmedos, o durante una actividad vigorosa, es supervisar la frecuencia y el color de la micción. Si la vejiga se llena al menos cada 3-5 horas y la orina sólo es ligeramente coloreada o incolora, no es probable que se produzca deshidratación; pero si la orina es muy oscura, o la micción ocurre sólo después de muchas horas, el consumo de agua puede no ser el adecuado para mantener la hidratación apropiada.


Vistas
anuncio