Britney Spears admitió que se estaba dejando llevar... un poquito. La embarazadísima princesa del pop advirtió a sus fans que no iba a ver sexy nunca más. Literalmente dijo: "creo que tendré un problema con mi peso el resto de mi vida".
Desde que se casó, Britney adoptó una imagen cada vez más dejada. Vaqueros deslavados, ropa suelta, sin maquillaje,... Ese fue su nuevo look. Mientras que las adolescentes se matan ayunando, vomitando para ser delgadas y chic, y gastando una fortuna en complementos de diseño y en el pelo, Britney compraba comida basura.
Una conocida revista informó de sus declaraciones: "No me miro al espejo y pienso, oh soy la chica más hermosa del mundo, mírame, veo mis imperfecciones. Simplemente no me preocupan."