Hígado graso

De Adelgazar


El hígado graso (también conocido como esteatosis hepática o hepatosis esteatorréica) es un trastorno reversible en el que grandes vacuolas de grasa (triglicéridos) se acumulan en las células del hígado a través de un proceso llamado esteatosis. A pesar de tener múltiples causas, el hígado graso puede considerarse una enfermedad en sí misma, ya que se produce en todas aquellas personas que ingieren alcohol en exceso y también en personas obesas (con o sin efectos de resistencia a la insulina). La esteatosis hepática también se asocia con otras enfermedades que influyen en el metabolismo de las grasas. Morfológicamente, es difícil distinguir si la causa es alcohólica o no alcohólica.

Contenido

Causas

El hígado graso está asociado con el consumo de alcohol y el síndrome metabólico (diabetes, hipertensión, obesidad y dislipidemia), pero también puede deberse a otras muchas causas:

  • Metabólicas: Abetalipoproteinemia, enfermedades por almacenamiento de glucógeno, enfermedad de Weber-Christian, enfermedad de Wolman, hígado graso agudo del embarazo, lipodistrofia.
  • Drogas y toxinas: Amiodarona, metotrexato, diltiazem, terapia antirretroviral de gran actividad, glucocorticoides, tamoxifeno, hepatotoxinas ambientales (por ejemplo, fósforo, hongos tóxicos).
  • Otras: Enfermedad inflamatoria intestinal, VIH, hepatitis C (especialmente la de genotipo 3).

Patología

El cambio graso en el hígado se produce por una acumulación de triglicéridos (grasas neutras) dentro del citoplasma de los hepatocitos. Este cambio se produce en dos etapas:

1. Cambio graso microvesicular: los hepatocitos presentan pequeñas vacuolas de grasa (liposomas) alrededor del núcleo. En esta etapa, las células del hígado están llenas de múltiples gotas de grasa que no desplazan el núcleo central.

2. Cambio graso macrovesicular: En las últimas etapas, el tamaño de las vacuolas aumenta, empujando el núcleo a la periferia de la célula, dándole una apariencia característica de anillo. Las vesículas de grasa están bien delineadas y ópticamente "vacías" debido a que las grasas se disuelven durante el procesamiento de tejidos. Las vacuolas grandes pueden unirse, produciendo quistes grasos que son lesiones irreversibles.

La esteatosis macrovesicular es la forma más común y se asocia típicamente con el alcohol, la diabetes, la obesidad y los corticosteroides. La esteatosis hepática aguda del embarazo y el síndrome de Reye son ejemplos de enfermedades hepáticas graves causadas por el cambio graso microvesicular. El diagnóstico de la esteatosis se produce cuando la grasa en el hígado es superior a un 5-10% en peso.

Pronóstico

El hígado graso es un trastorno reversible si cesan las causas subyacentes. Las formas graves de hígado graso a veces van acompañadas de inflamación, una situación que se conoce como esteatohepatitis. La progresión de la esteatohepatitis alcohólica o no alcohólica dependerá de la persistencia o la gravedad de la causa que la produzca. Las lesiones patológicas en ambas son similares. Sin embargo, la magnitud de la respuesta inflamatoria varía ampliamente y no siempre se correlaciona con el grado de acumulación de grasa. La esteatosis (retención de lípidos) y la esteatohepatitis pueden representar etapas sucesivas en la progresión del hígado graso.

El hígado con una inflamación extendida y un alto grado de esteatosis progresa a menudo a formas más graves de la enfermedad, pudiendo producirse necrosis (muerte celular). La muerte de las células del hígado y la respuesta inflamatoria conducen a la activación de las células estrelladas, que desempeñan un papel fundamental en la fibrosis hepática. La extensión de la fibrosis varía. La fibrosis peri-sinusoidal es la más común, especialmente en adultos, y predomina en la zona 3 de las venas hepáticas terminales.

La progresión hacia la cirrosis puede estar influenciada por la cantidad de grasa y el grado de esteatohepatitis, y por una variedad de otros factores de sensibilización. En el hígado graso debido al consumo continuado de alcohol, la transición a la cirrosis está bien documentada, pero cuando no se debe al alcohol no está tan clara. El 10% de las cirrosis alcohólicas desarrollan un carcinoma hepatocelular.

Detección y tratamiento

La mayoría de los individuos con hígado graso son asintomáticos, y el trastorno se descubre incidentalmente a causa de pruebas de función hepática anormal o hepatomegalia. En el 50% de los casos, los niveles de transaminasas son altos.

El tratamiento del hígado graso varía según cuál sea la causa, y, en general, consiste en eliminar la causa subyacente para revertir el proceso, en caso de aplicarse a tiempo.

Las personas afectadas por hígado graso oscilan entre el 10% al 24% de la población general en varios países. No obstante, este trastorno se observa en el 75% de las personas obesas. Es la causa más común de alteración hepática en los Estados Unidos. Las personas hispanoamericanas y europeas tienen una mayor frecuencia de transaminasas elevadas que las afroamericanas, pero no se conoce la prevalencia de hígado graso entre razas.


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