Alcohol y peso

De Adelgazar


La relación entre consumo de alcohol y peso es un tema relevante para millones de personas que toman bebidas alcohólicas y que también quieren mantener o bajar su peso corporal. Al contrario de lo que indica la creencia popular, la mayoría de los estudios realizados hasta el momento muestran que beber alcohol no conduce necesariamente a aumentar de peso, y algunos incluso dan un ligero descenso en las mujeres. Este hallazgo es sorprendente, a causa de que el alcohol contiene 7 calorías por gramo, y además la mayoría de las bebidas alcohólicas contienen carbohidratos. La razón por la que el alcohol no aumenta el peso permanece incierta, pero las investigaciones sugieren que es debido a que la energía del alcohol no se usa de forma eficiente. El alcohol también parece incrementar la tasa metabólica de forma significativa, provocando así que se quemen más calorías en vez de almacenarse en el cuerpo como grasa. Otra investigación muestra que el consumo de azúcar disminuye conforme aumenta el consumo de alcohol. Los resultados de estas investigaciones no significan necesariamente que una persona que desee adelgazar deba continuar consumiendo alcohol, debido a que también tiene un efecto positivo sobre el apetito. La relación entre alcohol y peso seguirá sin estar resuelta hasta que haya nuevos estudios.

Hay evidencias que demuestran que el consumo moderado de alcohol (una o dos bebidas al día como máximo) tiene un efecto beneficioso para la salud ya que reduce los riesgos de enfermedad coronaria, apoplejía, Alzheimer, diabetes, úlcera duodenal, hepatitis A, linfoma de Hodgkin y no-Hodgkin, síndrome metabólico, cáncer de páncreas, enfermedad de Parkinson y enfermedad arterial periférica. Esto es debido al efecto del alcohol sobre los lípidos de la sangre (aumenta el colesterol "bueno" y reduce el "malo"). Además, mejora los niveles de insulina en sangre y su actividad, reduce la presión sanguínea, incrementa el flujo de sangre coronaria, disminuye la agregación plaquetaria, y reduce el fibrinógeno y la fibrinolisis (menos posibilidad de coágulos). El vino tinto, en especial, se ha demostrado como beneficioso (consumido con moderación) debido a sus propiedades antioxidantes. Sin embargo, todos estos beneficios no indican en modo alguno que una persona que no bebe alcohol deba empezar a consumirlo. Beber más de una o dos bebidas alcohólicas diarias (según la edad, sexo y constitución física) no sólo no beneficia sino que produce daños a la salud, y empezar a beber puede provocar alcoholismo en algunas personas.


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